En los últimos meses se han intensificado los controles en los distintos barrios porteños en el marco de la lucha que viene llevando adelante el Sindicato de Peones de Taxis contra el transporte ilegal.
Tal es así que conjuntamente con la Policía de Tránsito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se han remitido hasta el momento más de 1500 vehículos que ofrecían el servicio de Uber.
Lo cierto es que sumado a la crisis actual por la que atraviesa nuestro país, los trabajadores taxistas se están viendo cada vez más perjudicados debido a que Uber continua funcionando de manera ilegal; la actividad no está regulada, no pagan ningún tipo de impuestos; y cobran cualquier tarifa a los pasajeros.
Es por eso que crece la preocupación del sector y más allá de haber obtenido resultados satisfactorios, aún no han logrado ganarle al enemigo.
Según explicaron fuentes de la organización sindical " todos los días estamos haciendo operativos en defensa de nuestras fuentes de trabajo. Trabajamos junto con Tránsito, SACTA y la Policía de la Ciudad".
Y agregaron que se han verificado también más de 700 remiserías y que continuarán realizando este tipo de operativos hasta lograr que Uber se vaya definitivamente del país.