24 de febrero, 2017

Basta con salir del país para darse cuenta lo importante que es tener un gremio unido, consolidado y fuerte que defienda los intereses de los trabajadores. Personalmente, lo viví este año en Miami cuando tras dialogar con muchos taxistas de allá, comprendí lo importante que fueron cada una de las marchas que se hicieron en Buenos Aires contra Uber; al igual que cada una de las presentaciones que el Sindicato de Peones de Taxis realizó ante la Justicia. Aunque muchos de ustedes no lo crean... se consiguió bastante; teniendo en cuenta que estamos hablando de una app que cuenta con muchísimo dinero y se ha instalado en casi
todo el mundo de la misma manera, evadiendo todo tipo de impuestos. Se trata de una empresa que podría considerarse “fantasma” que está atentando contra el salarios de miles de trabajadores de la actividad.
Como mencionaba en un principio, en Miami, por ejemplo, una ciudad que recibe turistas de todas partes del mundo, los taxistas están pasándola muy mal. Y eso se debe a que Uber se instaló allí hace poco más de tres años y ha crecido notablemente en el mercado, acaparando un gran porcentaje de pasajeros. Tras haber dialogado con varios taxistas, me comentaron que la recaudación ha disminuido mucho desde que la app se instaló en dicha ciudad. Y para peor, están comenzando a utilizar un sistema con luces en el vidrio del parabrisas delantero para que los pasajeros puedan identificarlos en la vía pública. Piensan que de masificarse esa medida, el taxi cada vez perderá más trabajo.
Según infomó el Nuevo Herald “Si les dieran a escoger, los viajeros de negocio de Miami no lo pensarían dos veces a la hora de usar el servicio de transporte de Uber en vez de taxis.
Un nuevo estudio realizado por Certify, una compañía que administra cuentas corporativas, no hace sino reconocer que la tendencia a usar Uber es algo que ya resultaba aparente en el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA), así como en hoteles y por todo el Condado Miami-Dade desde que la empresa gigante empezó a funcionar en el 2014.
A finales de ese año, los taxis equivalían al 83% de las transacciones de transporte en el área de Miami, mientras que las de Uber eran sólo del 17 por ciento, según Certify.
Sin embargo, para finales del 2016, solamente el 27% de las transacciones correspondieron a los taxis, en tanto Uber tuvo un 67% y Lyft, el rival más pequeño de Uber, logró el 6% de las transacciones.
Con su sistema de hacer las reservaciones únicamente a través del celular y con sus precios más baratos, Uber ha afectado de forma considerable la industria de taxis en las grandes ciudades del mundo.” Además a esto debe sumarse la publicidad que invierten para hacerse conocer. Caminando por las calles de Miami Beach por ejemplo, hay promotores que reparten tarjetas con viajes gratis y otros con descuentos de Uber para los turistas.
Lo escrito por el Nuevo Herald no hace más que confirmar lo que los taxistas comentaron indignados. Su salario ha disminuido y están preocupados porque piensan que dentro de poco van a desaparecer.
Alberto es un taxista de nacionalidad cubana que está trabajando en Miami desde hace ya cinco años. Cuenta que al igual que en nuestro país tienen que cumplir ciertos requisitos para poder trabajar y someterse a inspecciones vehiculares una vez por año, entre otras, que además deben pagar. Resalta que Uber no realiza ninguno de esos controles; razón por la cual pueden cobrar menos por el servicio que prestan. “Miami siempre fue una ciudad en la que el trabajo alcanzaba para todos debido a la gran cantidad de visitantes; sin embargo desde hace ya dos años eso no está ocurriendo...”, destacó.
Me preguntaba también cómo hicimos en Buenos Aires para terminar con este flagelo ya que en los diarios de allá informaron que “los taxistas argentinos habían ganado la batalla contra Uber”.
Le expliqué que si bien se han ganado varias batallas, la guerra continúa... Y que a diferencia de ellos, tenemos un gremio que defiende los intereses de los trabajadores y que todos los días está bregando por su bienestar.